El proyecto consiste en la imagen de marca y el interiorismo de una clínica dental situada frente al hospital modernista de Sant Pau en Barcelona. La clínica ocupa la planta primera del edificio, en lo que originalmente eran dos viviendas que se unieron en su día para formar la clínica.
Las propietarias, dos jóvenes hermanas y doctoras ambas, necesitaban remodelar la clínica del padre para convertirla en una consulta moderna y funcional. Querían imprimir al espacio su estilo abierto y dinámico para conseguir un ambiente accesible, fresco, con espacios abiertos donde fluyera la luz y en el que trabajar a gusto.
Se propuso una planta radicalmente distinta a la existente, fuertemente compartimentada y oscura, planteando un desarrollo orgánico de la distribución y usando el vidrio como elemento divisor.
Las funciones parecen alojarse en un espacio continuo, amplio y luminoso compuesto por dos zonas separadas por una fina divisoria ondulante: una amplia zona central y las áreas de trabajo adyacentes.
La zona central, formada por el vestíbulo de acceso con la recepción, la sala de espera y los distribuidores, constituye un espacio zigzagueante que se ensancha y estrecha creando la ilusión de movimiento e invitando al visitante a descubrir los espacios.
Los techos decorativos con fosas iluminadas de formas ovaladas refuerzan las principales áreas a la vez que subrayan el dinamismo del espacio.
En la zona de recepción un gran mostrador diseñado expresamente, conjuntamente con los armarios murales situados detrás, incorporan todas las funciones asociadas con la recepción y la gestión de los pacientes.
Las consultas y áreas de trabajo están ubicadas a lo largo de la fachada en torno a la zona central. Las divisorias están realizadas en gran medida en vidrio, dejando pasar la luz natural hacia los espacios interiores y siguiendo el principio de transparencia y continuidad.
Para proteger puntualmente la intimidad del paciente las consultas están equipadas por cortinas traslúcidas. El mobiliario en el interior de las consultas ha sido realizado a medida para conseguir un mejor aprovechamiento del espacio.
El color predominante de la clínica es el blanco marfil, aplicado a materiales como la laca blanca satinada, los laminados o el cemento continuo del pavimento. También la señalética interior de la clínica, desarrollada por YLAB Arquitectos y el equipo gráfico de Oi Comunicació, está realizada en letras recortadas en el mismo color de la carpintería interior.
El color blanco está en contraste con el marrón oscuro corporativo, que aparece en el roble ahumado del mostrador y el aluminio anodizado del rótulo de la recepción, o el tapizado azul de las sillas de espera.
Los colores claros, el lenguaje de formas curvadas y la iluminación indirecta que recorre todos los espacios, están pensados para conseguir una atmósfera confortable y de bienestar que confiere la sensación de calma y equilibrio tanto para el paciente como para el equipo médico.
en letras recortadas de aluminio anodizado
sobre fondo blanco
en letras corpóreas blancas